La gran estrategia de las
empresas de telefonía inteligente en la
próxima década no será intentar venderte un teléfono nuevo. Será vendérselo a
los cinco mil millones de personas que aún no los tienen.
Sin embargo, como ocurrió
con las computadoras a finales de la década de los 90 y al principio del 2000,
estos nuevos consumidores no aceptarán productos mediocres: exigirán la mejor
tecnología a un precio asequible.
No será fácil
complacerlos, pero los que desarrollen la fórmula adecuada recogerán los
frutos. Y un elemento crucial será la memoria extraíble. ¿Por qué? Hay varios
motivos:
- Las tarjetas microSD ya
están muy difundidas. Aproximadamente 75 % de los modelos de teléfonos
inteligentes en el mercado y casi 90 % de los teléfonos con Android incluyen
una ranura para microSD. Esto, de acuerdo con las bases de datos de SpecTRAX y
PriceTRAX de Strategy Analytics no ha cambiado en los últimos años.
En Android M, Google
agregó un recurso llamado Dispositivos de almacenamiento adoptables que permite
que los usuarios conviertan el espacio de su tarjeta microSD en el
almacenamiento principal. De esta manera se reduce una de las principales
diferencias entre teléfonos sofisticados y los básicos.
- Un mercado inmenso y
heterogéneo. Los países emergentes fueron el destino de 76 % de todos los
teléfonos inteligentes en 2014, porcentaje que debería subir a 82 % hacia 2018,
debido al gran número de modelos de bajo precio que vienen apareciendo. En
2014, los teléfonos con precios de hasta 200 dólares acapararon el 60 % del
mercado. En 2020, los teléfonos con precio inferior a 200 dólares serán el 70 %
de las ventas, y la mitad de ellos tendrán un precio menor a 100 dólares (bases
de datos de SpecTRAX y PriceTRAX de Strategy Analytics).
Además, se verá el
desarrollo de modelos de negocios como GrameenPhone, donde un individuo posee
un teléfono en nombre de toda la aldea.
Las tarjetas serán
esenciales. Android One, la referencia de diseño de Google para teléfonos inteligentes
en Asia, África, América Latina y otros mercados emergentes, incluyen ranuras
para microSD. Los Android One generalmente tienen un precio de venta al público
de 200 dólares como máximo (Micromax vende una unidad en India por 76 dólares).
Los fabricantes lo
entienden perfectamente. Tomemos como ejemplo Xiaomi. Fundada en 2011, la
empresa es ahora el mayor fabricante de teléfonos inteligentes de China y tiene
planes de expandirse a Rusia, Brasil y otros mercados asiáticos. Parte de su
modelo de negocios es radical: Xiaomi permite que los usuarios voten por nuevas
funciones y diseños a sus teléfonos, lo que crea una fuerte fidelidad a la
marca. Pero otra parte es conocida por cualquiera que entienda de alta
tecnología: Xiaomi crea teléfonos de primera y los vende a precios bajos para
desarrollar una plataforma para sus servicios. Los teléfonos de la línea Redmi
vienen con ranura para tarjetas.
- La necesidad de
almacenamiento siempre crece. En 2014, un teléfono de precio mediano tenía 6.3
GB de memoria, contra 38.9 GB en los teléfonos de alta calidad. En 2018 esos
números habrán cambiado radicalmente: 10.3 GB para teléfonos de precio mediano
y 77.2 GB para los de alta calidad.
Pero, ¿realmente se
necesita tanta memoria? Unos seis o siete años atrás, probablemente no tenía
muchas fotos de, digamos, el plato de su almuerzo o una pizarra llena de
apuntes de varios colores. Ahora es más que común tomarle una foto a su comida
y compartirla con amigos. Si se les da mayor capacidad de memoria a las personas,
seguramente encontrarán una manera de usarla (de hecho, pronto veremos en
móviles UltraHD 4K, que puede consumir varios gigas en minutos, ganar
popularidad como medio de video).
- Cuando las tarjetas
desaparecen de los teléfonos sofisticados, no tardan en reaparecer. HTC no
incluyó una ranura para microSD en el HTC One en 2013, pero sí la incluyó en
los modelos líderes M8 y M9 que le siguieron.
De manera similar, LG
lanzó el G2 sin ranura para tarjetas, pero la incluyó el G3. El G4 admitirá
hasta 2 TB de memoria (actualmente, la tarjeta microSD de mayor capacidad tiene
200 GB, pero las capacidades y soluciones externas crecerán). Los teléfonos
Windows permiten que los usuarios ejecuten aplicaciones directamente desde una
tarjeta. Funciones como chat codificado pueden habilitarse con dispositivos
extraíbles.
La adición de microSD
requiere espacio en la placa de circuitos. En algunos países como en China,
donde ranuras para varias tarjetas SIM pueden ser obligatorias; ese requisito
puede afectar al diseño, pero también es un caso límite.
No es coincidencia que
siempre que se lanza un teléfono sin ranura para tarjetas, poco después
invariablemente aparecen artículos mostrando a los usuarios cómo aumentar la
capacidad.
En resumen, existe un
amplio mercado aún virgen por explorar para los smartphones, y los líderes de
la industria están listos para satisfacer su demanda. Sin embargo, el gran reto
es que estos nuevos consumidores no se contentarán con productos sub-estándar:
una alta calidad y capacidad de sacarle todo el “jugo” a sus dispositivos, con
todas las funcionalidades posibles y una gran capacidad de almacenamiento. Con
esta perspectiva, las tarjetas de memoria de tecnología microSD serán una
variable esencial a la hora de sumar nuevos clientes.
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