Hoy
buena parte de la comunicación entre personas fluye a través de la comunicación
escrita en un medio digital, ya sea mediante Twitter, e-mail, chat o Facebook,
por nombrar solo algunos medios.
Más
allá de las reglas que impone cada una de estas plataformas, reinan dos
características, que se aplican (con variaciones) a todas ellas: el uso de las
abreviaturas y la inmediatez en el acto de la escritura y de la lectura que
permite el texto digitado, compartido en forma instantánea, alejado del texto
manuscrito (con lo que esto implica). Todo esto, condimentado con emojis, GIF
animados y más.
"Esta
inmediatez es una de las características de la época en que vivimos, e implica
que hay una demanda de respuesta del otro que debe ser ante todo veloz y
precisa; esto exige que mi mensaje sea lo más acotado posible. Por esto, los
usuarios apelan con más frecuencia al uso de abreviaturas, símbolos e incluso a
la ausencia -en algunos casos- de los signos de puntuación", describe la
psicóloga Paula Márquez.
En
este contexto, Karina Galperin, profesora de Literatura de la carrera de
Historia de La Universidad Torcuato Di Tella, destaca que "estamos en una
época en donde se escribe más que en ninguna otra. Además, esta práctica se
está dando fuera de las instituciones, es decir, fuera de la instancia de
corrección".
MÁS, PERO NO PEOR
A
pesar de los errores ortográficos que comenten usualmente los usuarios en las
redes sociales, y las teorías que hablan sobre un empobrecimiento del lenguaje,
según algunas investigaciones, tales suposiciones estarían infundadas. En ese
sentido, un estudio realizado en la Universidad de Alberta, en los Estados
Unidos, encontró que lenguaje que se utiliza normalmente en los mensajes
instantáneos y correos electrónicos no afecta la ortografía de los chicos.
La
investigación, basada en 40 estudiantes de entre 12 y 17 años, encontró que los
adolescentes que tenían buena ortografía en el ámbito educativo la conservaban
en sus mensajes instantáneos, y a su vez, aquellos con mala ortografía en el
aula, tampoco escribían bien en los mensajeros.
"Una
solución a esta situación podría ser aggiornando la ortografía al máximo, de
modo tal que la lengua sea más eficaz y eficiente. En definitiva, que las
reglas ortográficas seas pocas, claras y sin excepciones. Por ejemplo, que no
haya letras mudas (como la h) o evitar la superposición de letras (como sucede
con la v y la b)", opina Galperin, y acota: "En las redes sociales la
escritura fluye con mucha libertad, de todos modos; mientras que en Twitter hay
más sanción con respecto a los errores ortográficos porque se trata de un
espacio público, en WhatsApp la gente es más espontánea".
Por
otra parte, un estudio realizado por la Universidad de Stanford, en los Estados
Unidos, realizado entre 2001-2006 en base a 15.000 escritos de alumnos
universitarios, incluyendo ensayos, sesiones de chat, e-mails, actualizaciones
en redes sociales y apuntes, encontró que mientras que para las viejas
generaciones escribir era una actividad escolar, cuya frecuencia disminuía con
el paso del tiempo, excepto que la persona tuviera un trabajo que implicara
escribir, hoy en día tanto jóvenes como adultos escriben mucho más que sus
antecesores, debido sobre todo a que la comunicación en las redes sociales.
UN LÉXICO PARA CADA
CONTEXTO
"Contrariamente
a lo que muchos creen, los estudiantes que formaron parte del estudio reconocen
el contexto comunicacional y utilizan lenguajes y estilos diferentes según
corresponda para la ocasión", afirmó Andrea Lunsford, directora del
programa de escritura y retórica de esa Universidad. Además, según la
investigadora, "los jóvenes tienen mayor conciencia que sus predecesores de
que escriben para alguien y de que su escritura genera un efecto".
Márquez
también indica que no hay un empobrecimiento en el lenguaje, sino que a través
de los medios sociales manejamos otro código para comunicarnos. "Es lo
mismo que sucede cuando enviamos una carta formal o un mensaje a un amigo: el
código que utilizamos en cada caso es diferente, pero no más pobre. A su vez
podemos ver que los niños o adolescentes, cuando se comunican de este modo, no
presentan diferencias significativas en relación a cuando se encuentran y
conversan cara a cara. Es decir que el lenguaje es el mismo, pero expresado de
manera distinta".
Más
allá de los errores ortográficos, el uso de emoji y de las abreviaturas,
"en líneas generales, cada usuario maneja más de un sistema de
comunicación digital, por eso debe adaptar su escritura a la reglas que impone
cada uno -dice Galperín-. Este fenómeno es muy saludable, porque las personas
deben manejar distintas lógicas de distintos códigos, y esto les permite
desarrollar numerosas capacidades expresivas".
FUENTE
0 Response to "Cómo influyen las nuevas tecnologías en la escritura"
Publicar un comentario