escalofriante
y absurda tragedia del vuelo 9525 de Germanwings, que dejó 150 muertos en los
Alpes franceses, volvió a poner en escena, como ocurrió hace poco más de un año
con el vuelo MH370 de Malaysia Airlines, el servicio sueco Flightradar24
(www.flightradar24.com).
Se
trata de un sitio, nacido a fines de 2006, que ofrece información en tiempo
real sobre los vuelos comerciales y que se hizo conocido en 2010, cuando la
erupción del volcán islandés Eyjafjallajökull causó enormes problemas en el
transporte aéreo en el norte de Europa. Con la misteriosa desaparición del
vuelo MH370, el sitio volvió a aparecer en la prensa, y esta vez se hizo más
evidente la necesidad de implementar un sistema que rastree en tiempo real
todos los vuelos comerciales del mundo todo el tiempo.
De
momento, y por un número de razones, esto es un desiderátum, incluso para
Flightradar24 o para el pionero FlightAware (http:// es.flightaware.com), el
mayor sitio del mundo, en número de usuarios, que hace rastreo en vivo de los
vuelos.
Donde
existe cobertura estos sitios funcionan con una precisión asombrosa. Lo sé
porque la nueva sede del diario está ahora justo en la trayectoria de
aproximación final del aeroparque Jorge Newbery y pude verificar que lo que
mostraba Flightradar24 en el mapa estaba ocurriendo al mismo tiempo en el mundo
real.
El
sitio sueco tiene apps para Android y iOS, pero en ambos casos las versiones
gratis muestran sólo la posición del avión. Para obtener los datos adicionales
que se ofrecen en la web (entre otros, altitud, velocidad, coordenadas de
geolocalización, matrícula y el código de transponder o squawk, un número de 4
dígitos que sirve para identificar la aeronave) hay que comprar la versión Pro,
que cuesta 28,93 pesos (Android). También existe una versión comercial del
sitio Web, que elimina los avisos y el límite de 30 minutos antes de que haya
que recargar la página, y añade funciones como la vista de radar y bookmarks.
En
pocas palabras, Flightradar24 muestra íconos que representan cada avión en
vuelo sobre un mapa del mundo; como dije, no puede todavía rastrear el 100% de
las aeronaves; los responsables del sitio estiman que, en promedio y en el
nivel global, la cobertura es de un 65 por ciento.
Situando
el puntero sobre un ícono se ve el número de vuelo y haciendo un clic se
despliega a la izquierda la información antedicha. Probamos desde la Redacción
que cuando el ícono de un vuelo pasaba sobre el diario, el avión en efecto
sobrevolaba en ese instante el edificio. Hubo, y esto es inevitable, unos segundos
de diferencia.
La
vista en 3D, que simula, por medio de Google Earth, la vista desde el cockpit,
todavía necesita algo de pulimento, pero es un buen aporte.
Uno
de los aspectos más interesantes de Flightradar24 es que hace crowdsourcing,
principalmente de receptores ADS-B instalados por voluntarios en sus casas.
ADS-B son las siglas de Automatic Dependent Surveillance-Broadcast y funciona
así: la aeronave obtiene su geolocalización de los satélites del GPS, de la
misma manera, digamos, que un smartphone o el navegador del auto. Un
transponder ADS-B difunde la posición (y una cantidad de otros datos), que
puede ser captada por receptores ADS-B, que, a su vez, la envían a
Flightradar24. Fuera de su área de cobertura primaria, FlightAware emplea el mismo
método.
Por
supuesto, ADS-B no es un sistema creado para Flightradar24 o FlightAware, sino
que forma parte de una nueva tecnología que está instalándose en las líneas
aéreas para rastrear sus aviones; por lo tanto, no todas las aeronaves cuentan
con ella. La cobertura depende, además, de la cantidad de receptores presentes
en la zona.
En
la semana me puse en contacto con Fredrik Lindahl, director ejecutivo de
Flightradar24, para preguntarle por la historia del sitio y otras cosas. Lo
primero que me dijo, en su mail, fue que tienen la intención de ampliar su
cobertura en la Argentina, pero no les está resultando fácil.
"Tenemos
este programa en el que ofrecemos los receptores ADS-B sin cargo
(http://www.flightradar24.com/free-ads-b-equipment), pero desafortunadamente
hemos tenido problemas con la aduana argentina. La última semana nos
devolvieron 5 equipos", me escribió Lindahl. En total, hay una docena de
receptores ADS-B de Flightradar24 en el país, más un número no determinado de
personas que colaboran con sus propios dispositivos.
Le
pregunté luego por qué crearon Flightradar24, y me respondió que, en realidad,
la compañía nació un poco por casualidad. "Flightradar24 fue fundada a
fines de 2006 por Olov Lindberg y Mikael Robertsson como un cebo de enlaces
(link bait, en inglés) para otro de nuestros sitios, llamado Flygresor.se,
básicamente el Kayak.com de Suecia. Lindberg y Robertsson habían descubierto
que había receptores ADS-B disponibles, les pareció algo copado, compraron una
unidad cada uno y pusieron antenas en sus casas en el área de Estocolmo. Pese a
lo limitado de sus funciones en ese momento (capturas de pantalla de lo que
captaban sus receptores, actualizadas una vez por minuto), la página de
Flightradar24 se convirtió rápidamente en la sección más popular de Flygresor y
atrajo montones de links. Demasiados, de hecho. Así que, para no confundir a
los buscadores web respecto de lo que ofrece Flygresor, Flightradar24 fue
trasladado a su propio dominio. El siguiente gran paso fue construir una red
para que cualquier persona con un receptor ADS-B pudiera alimentar con datos a
Flightradar24; también añadimos las funciones básicas al sitio, que siguen
siendo las fundamentales hoy (es decir, los vuelos que se mueven en tiempo real
en un mapa)."
Entonces
hizo erupción el volcán en Islandia, en 2010. "Los medios noticiosos
hicieron un uso muy intensivo de Flightradar24 -me dijo Lindahl- y así millones
de usuarios tomaron conocimiento del sitio. Fue entonces cuando Mikael y Olov
se dieron cuenta de que el servicio podía tener potencial comercial. Ese verano
introdujimos una app para iPhone y unos meses más tarde sacamos la de Android.
"En
2012 tomamos la siguiente gran decisión, la de desarrollar nuestro propio
hardware con el fin de proveer buenos receptores ADS-B y así aumentar la
cobertura de Flightradar24. En total, cerca de 6500 personas alimentan hoy con
datos al sitio cada semana; es, por lejos, la mayor red de ADS-B en el
mundo."
Le
pregunté también por los usos que se le dan al servicio. "La misión de la
compañía es saber dónde están todos los aviones del mundo a cada momento y
transformar esa información en algo útil para las aplicaciones de empresas y
consumidores finales. Los usos más comunes son: el usuario tiene un ser querido
que está viajando y quiere saber dónde está el vuelo; va a buscar a alguien a
un aeropuerto y quiere saber cuándo va a aterrizar, o quiere saber adónde se
dirige un avión que pasa sobre el lugar donde se encuentra en ese momento.
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